Amar con buen trato
NO es NO
Con motivo del día 25 de noviembre, día contra la violencia a las mujeres, especialmente en estos días en que en nuestra casa se enjuicia a “la manada” por la violación en los sanfermines del año pasado a una chica de 18 años, queremos expresar de nuevo nuestro rechazo hacia todas las formas de violencia que se expresan en diferentes ámbitos, tanto en los públicos como en los privados o en el de la pareja. La VIOLACION, la VIOLENCIA, es un grave problema que atenta contra los derechos humanos y afecta directamente a la calidad en valores de nuestra sociedad.
Reproducimos un pequeño texto de la escritora Almudena Grandes, pues no lo vamos a poder decir mejor:
La violación es un delito. Violar a una prostituta, a una mujer promiscua, a una noctámbula, a una alcohólica, a una drogadicta, a una mendiga, no es ni más ni menos grave que violar a una virgen adolescente de misa diaria o a la propia esposa dentro del matrimonio, porque todas las violaciones son uno y el mismo delito. La condición moral de la víctima, sus costumbres, su conducta, son factores tan irrelevantes aquí como en cualquier otro crimen. Se podría pensar que admitir como prueba el informe de un detective sobre la vida cotidiana de la víctima de una violación sería parecido a aceptar, en un caso de asesinato, un testimonio que probara que el muerto era un malvado que merecía morir, para que la defensa solicite que se considere como atenuante. Podría parecer lo mismo, pero no lo es. Porque lo que pretende culpabilizar a la víctima de La Manada, sembrar dudas sobre su condición moral, es que se atreviera a salir a la calle, a tomar copas con sus amigas, después de haber sido violada, en lugar de quedarse en su casa con todas las persianas bajadas y la cabeza cubierta de ceniza. Eso es lo que el tribunal ha valorado, y al hacerlo, no sólo ha asumido que la calle, la noche, la diversión, son un territorio masculino. También está transmitiendo a la sociedad que, para ser creída, respetada, una mujer violada debe seguir sufriendo después de haber sufrido, renunciar de por vida al placer y a la alegría para que se tome en consideración su sufrimiento. Así, una presunta decisión técnica se convierte en un acto de violencia sobre las mujeres. Uno más.
Quede dicho, para aprender.
Sabemos que la violencia interpersonal puede manifestarse con golpes, bofetadas, palizas... con actitudes de desprecio y desconsideración sistemáticas, intento de anulación…o con acoso, abusos, violación u otras prácticas no consentidas por las personas implicadas agredidas, pero también con insultos, empujones, malos modos esporádicos
Un serio problema es que estos comportamientos abusivos muchas veces no son identificados por los chicos y chicas como intolerables. Pueden estar incluso naturalizados en el ámbito de la pareja ya que aparecen en muchas ocasiones entrelazados con concepciones problemáticas respecto al amor. Seguramente, este Juicio por Violación y el intento que ha habido de “culpabilizar” a la víctima, ha supuesto una mayor implicación y conciencia de muchas mujeres y jóvenes, que posibilita un cambio importante en las mentalidades, para lograr una sociedad igualitaria, donde el respeto a las personas y sus derechos prevalezca.
Todo ello hace que sea importarte adoptar compromisos, como colectivo y personales:
o COMPROMISO para tratar en igualdad a mi pareja, sin imposiciones, ni sometimientos, respetando su autonomía personal.
o COMPROMISO para aceptar que NO, es NO.
o COMPROMISO para pactar lo qué queremos y no queremos en nuestra relación y que cosas compartimos… Siempre desde el respeto hacia la otra persona y hacia su libertad para decidir.
o COMPROMISO de cuidado. Trato a los demás como deseo que me traten a mí, con buenos tratos.
o COMPROMISO de respeto personal. Pongo límites a equívocos en sentimientos de posesión, porque NO es MIA, NO es MIO y porque no todo vale en nombre del amor.
o COMPROMISO para afrontar los conflictos de forma pacífica, intentando llegar a acuerdos que nos hagan sentir bien. Los conflictos forman parte de nuestras vidas, lo importante es afrontarlos de manera constructiva, algo que podemos ir aprendiendo a lo largo de la vida y que precisa de tener la capacidad de ponernos en el lugar de la otra persona, respetar sus decisiones y opiniones, pero también, implica saber decir como me siento, aunque ante todo, se necesita voluntad, mucha voluntad para afrontar los conflictos de forma no violenta.
Porque una sociedad de iguales donde se respeten los derechos humanos depende de ti.
Ama y relaciónate con buenos tratos.
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