Manifiesto econoNuestra
La economía está en crisis: los
problemas, actuales y futuros, a los que nos enfrentamos son de una
enorme amplitud y profundidad. Lo que empezó siendo una formidable
convulsión financiera se ha convertido en una crisis global sin
precedentes en la historia reciente. A la quiebra de una estrategia de
crecimiento que tuvo como centro de gravedad el universo financiero, se
unen los límites de una dinámica económica productiva, social y
medioambientalmente insostenible. Se superponen así diferentes crisis
que denotan las insuficiencias y contradicciones del actual sistema
económico.
El descalabro global, por su magnitud y naturaleza,
pareció abrir en un principio una oportunidad para cuestionar los
modelos de crecimiento hasta entonces prevalecientes. Los mismos poderes
establecidos hicieron, en los albores de la crisis, llamamientos a
reformar o incluso refundar el capitalismo. Lo cierto, sin embargo, es
que la mayor parte de los responsables políticos y de las instituciones
internacionales están perseverando, con más intensidad si cabe, en
ideas, teorías y políticas económicas que venían aplicándose desde hace
ya décadas y que estuvieron en el origen mismo de la crisis; ideas que
descansan en la iconografía, tan conocida como desgastada, de los
mercados eficientes e infalibles, sin intereses o relaciones de poder, a
cuyo “escrutinio” deben someterse políticos y ciudadanos.
Así,
esa oportunidad de alterar el modelo económico se ha perdido y, en su
lugar, se ha impuesto una estrategia que sigue permitiendo a los
mercados, y a quienes los gobiernan desde intereses minoritarios de
grupos y corporaciones, la apropiación de parcelas crecientes de la
esfera pública. Todo ello está propiciando una sustancial redistribución
de ingresos y riqueza en beneficio de los sectores privilegiados de la
sociedad, profundizando las fracturas sociales y territoriales.
Las
políticas económicas para combatir la crisis se sustancian, antes que
nada, en paquetes de reducción del gasto público, reclamando así a la
población - a los segmentos más vulnerables, sobre todo- un esfuerzo de
austeridad, al tiempo que se mantienen intactos los privilegios fiscales
de las rentas más elevadas, se encauzan recursos financieros a los
bancos, responsables de la crisis, y se entregan cantidades enormes de
dinero a los grupos que especulan con la deuda soberana de los países.
Estas políticas se presentan como la única vía posible para superar la
crisis, pero, lejos de abrir un escenario de salida de la misma, están
cercenando las posibilidades de recuperación de las economías,
especialmente de las más débiles.
Frente a ese contexto de
sometimiento a los mercados, en medio de una ofensiva histórica contra
los estados de bienestar, con las izquierdas políticas y sindicales
incapaces de generar discursos y propuestas alternativas, ha emergido en
España una voz disidente, que se ha hecho oír con contundencia: la del
movimiento 15M (M15M), con sus concentraciones, sus acampadas, sus
asambleas y sus espacios virtuales. El descontento de los llamados
indignados no sólo ha sido oído, como evidencian ya numerosas portadas
de los más importantes periódicos, sino que además es compartido por
muchos, activos o no en el movimiento, ganándose el apoyo de buena parte
de la población.
Entretanto, ¿qué hemos hecho, y qué hacemos
ahora, los economistas? Muchos economistas académicos, aquellos que
tienen incidencia en el espacio político, continúan instalados en las
teorías y “evidencias empíricas” que vienen siendo, desde hace ya
décadas, el sustento argumental de los formuladores de políticas
públicas, de unos y otros colores políticos. Pero sus teorías y métodos
de demostración, pretendidamente científicos y de validez universal, han
revelado enormes limitaciones, no sólo por no haber anticipado las
crisis, sino también por su incapacidad para organizar la actividad
económica sobre bases sostenibles y equitativas. Los modelos de este
grupo de economistas más bien han servido, y sirven ahora, para que los
ganadores de los mercados desregulados consoliden sus posiciones de
poder y privilegio.
Mientras, otros (no tan pocos) economistas
venimos observando las disfunciones del sistema económico, y la cansina
aplicación de recetas -muchas veces tan dolorosas como esquemáticas-
derivadas de los planteamientos teóricos y empíricos dominantes. Y,
aunque presenciamos todo ello indignados y aterrados (tomando prestados
los términos), nuestras propuestas quedan a menudo confinadas a foros
docentes, publicaciones y redes de investigación, con una escasa
imbricación en el diálogo social y una limitada capacidad de impacto
político.
El movimiento 15-M, con su cuestionamiento de las
soluciones dominantes, con su energía para debatir lo que parecía
prohibido debatir y desde luego quedaba fuera de la agenda política, con
su capacidad de movilización, nos empuja y nos obliga a superar nuestro
pequeño espacio académico y a proyectar nuestra voz al escenario social
y político. Este movimiento, además, nos hace creer que esa proyección
es posible.
Con esa intención general, la de contribuir al diálogo
social y a las soluciones políticas con una economía diferente a la del
fundamentalismo del mercado nace econoNuestra. Somos un colectivo
formado sobre todo por economistas - académicos, investigadores,
estudiantes, periodistas…- y por todos aquellos que, desde muy diversos
ángulos profesionales, se quieran comprometer en el impulso del debate
económico desde “otra visión”. Nos sentimos deudores y participantes de
asociaciones de economistas críticos y heterodoxos, pero tenemos dos
objetivos fundamentales más allá de los círculos académicos.
En
primer término, deseamos colaborar con las plataformas sociales
existentes, muy especialmente con el M15-M, en la reflexión, en la
elaboración de alternativas al actual desorden económico y, en
definitiva, en la construcción de un discurso económico distinto al
imperante.
En segundo lugar, aspiramos a convertirnos en una
plataforma de información, formación, propuesta y debate, desde una
perspectiva de economía crítica, sobre aquellos asuntos que están en el
corazón de la crisis sistémica y que, al mismo tiempo, conectan con la
agenda estratégica surgida del M15M: la creación de empleo y la cohesión
social y territorial, la fiscalidad y las políticas públicas, la
financiarización de los procesos económicos, el poder y la jerarquía en
los mercados y las asimetrías de la globalización son algunos de los
temas que, ante el fracaso de la economía convencional y de las recetas
neoliberales, necesitan de otras miradas, otros enfoques. Este es el
reto que asumimos desde econoNuestra.
Queremos invitarte a esta
iniciativa que está naciendo, que quiere tener presente y futuro. Porque
otra economía es posible, únete y participa.
http://www.economy4youth.com/es/