MÁS POBRES Y MENOS DERECHOS.
Este es el panorama que nos ofrece la llamada Reforma Laboral que el
Gobierno del Partido Popular ha puesto en marcha para luchar contra el
paro, dicen. Si alguien pensaba que en nuestra sociedad habíamos
superado aquello de las clases sociales con el señuelo de una gran
clase media con niveles de vida aceptables, derechos sociales
reconocidos y servicios públicos dignos y eficientes, hoy se despierta
ante la cruda realidad: Una clase trabajadora más pobre, acogotada por
todo tipo de recortes, con menos derechos y condenada a pagar los
chandríos de los señores del dinero en un escenario de falsedad e
hipocresía por parte de quienes mueven los hilos del poder y de
pasividad y miedo de quienes estamos sufriendo todo tipo de recortes.
¿Alguien se cree que esta reforma va a atajar el desempleo? Todo el
mundo sabe que las escalofriantes cifras de paro tienen su origen en el
fracaso de un modelo productivo excesivamente dependiente de la burbuja
inmobiliaria y con muy pocos resortes en aspectos básicos de
tecnología, tejido industrial y calidad de servicios. Las políticas que
desde Europa abogan por la eliminación de los déficits y la deuda
pública saben que tales medidas generan más paro y más pobreza con el
encomiable objetivo de que el dinero esté solamente al servicio de
quienes ostentan el poder económico. Si todo esto está claro ¿cómo es
posible que una gran parte de la población asalariada nos traguemos
esta gran mentira que hoy nos tiene aturdidos?
Cuando contemplamos la reacción de los líderes de UGT y CCOO ante una
Reforma Laboral, calificada por quienes la promueven como muy agresiva,
no podemos menos de sentir una sensación de perplejidad: “No vamos a
entrar al primer trapo que nos pone el Gobierno”(CCOO); “Tenemos que
cargarnos de razones para convocar la huelga general” (UGT). No sabemos
qué otros trapos tiene preparados el Gobierno ni cuántas razones más
quieren los dirigentes de estos sindicatos para encender la rabia e
indignación ante un retroceso en derechos laborales de semejante
envergadura y, en consecuencia, el descarado aumento del poder
empresarial.
Si queda patente la existencia de clases sociales y de intereses tan
contrapuestos, si las políticas de derecha no tienen rubor en defender a
su gente a costa de la población asalariada, tiene que ser la hora de
encender la antorcha de la lucha social en defensa de la dignidad y los
derechos que con tanto esfuerzo pudimos arrancar en el pasado y que no
podemos permitir que desaparezcan o se conviertan en papel mojado para
las próximas generaciones.
SOLIDARI quiere hacer un llamamiento a toda su afiliación a responder
activamente ante estas medidas antisociales, a todas las fuerzas
sindicales a estar a la altura de las circunstancias y poner sobre la
mesa la urgente necesidad de movilizarse con la firmeza y el grado de
unidad que la gravedad del momento exige.
Así mismo queremos animar participar
en la concentración de protesta que hemos organizado para este jueves 16
de febrero, a las 12:30 horas, delante de la sede del Partido Popular
(Avenida Carlos III) en Pamplona-Iruña.