Leemos con preocupación que Caritas va a suspender el adelanto de la
Renta Básica porque no tiene recursos para hacer frente a esta grave
situación de deterioro social. Un amigo suele decir que la sociedad está
dividida en tres partes. Los que acumulan en muy pocas manos
grandísimas riquezas que ni siquiera necesitan, los que vivimos sin
problemas en una sociedad de consumo y derroche con mentalidad de
recursos ilimitados y las personas que pese a pertenecer al primer mundo
no tienen riquezas, los recortes les dejan sin empleo, no pueden
atender el pago de la hipoteca, o son mayores y quedan desatendidos por
falta de recursos. A los dos primeros tercios de la sociedad de este
primer mundo ¿nos importa en realidad la situación en la que se
encuentre el tercio de personas que carecen de recursos económicos
necesarios para satisfacer necesidades básicas como la alimentación, la
vivienda, la atención sanitaria o de persona dependiente? ¿Cuál es el
futuro que espera a quienes no tienen un empleo y tampoco van a tener
renta básica?
La Sra. Barcina en su último discurso en Madrid dice que Navarra
superará la actual situación económica gracias "al carácter esforzado de
los navarros que no conocen la palabra imposible cuando se trata de
superar dificultades con esfuerzo y sacrificio". ¿Quienes son para la
Sra. Presidenta “los navarros que se han de esforzar”? No hace falta que
nos lo diga, sabemos dónde va a estar el esfuerzo y el sacrificio,
ellos se han subido los sueldos, y a la vez han endurecido las
condiciones para acceder a la renta básica. Han aprobado “recortes” para
ONGs y empresas subcontratadas que prestan servicios públicos y están
provocando con ello muchos despidos. Se ha demostrado una vez más que la
privatización de los servicios públicos, casi siempre se traduce en
precariedad para quienes prestan el servicio.
Con la excusa de la crisis hay una regresión importante de los derechos y
conquistas de la gente trabajadora. Se están incrementando la
desigualdad, la precariedad y la pobreza en sectores cada vez más
amplios de la sociedad navarra. Y además la perspectiva no es buena
porque las políticas públicas van a disminuir y no hay ninguna confianza
en una clase política que ha actuado con “locura” en los últimos años y
ahora intuimos que no sabe ni lo que hacer, salvo recortar a quien
menos tiene. El descrédito que arrastra es importante. Y nuestra
preocupación también, pues ya lo anunciaron sin sonrojo: “es hora de
adelgazar el sector público”. Reducir la protección y los derechos
sociales... no es solo un problema de discrepar sobre "políticas
neoliberales", es un problema moral... Personas dependientes sin
recursos suficientes para tener una vida digna y se recorta haciéndoles
optar entre centro de día o ayuda a domicilio, crecientes tasas de
desempleo y la tasa de paro juvenil que se sitúa en el 46,1% entre los
menores de 25 años, endurecimiento para acceder a la Renta Básica…
Se hace más necesario que nunca insistir en mantener los servicios
públicos y el Estado de Bienestar. No se puede limitar la Inversión
desde lo Público para generar empleos, no se puede dejar de invertir en
la Sanidad, en la Educación, en la Ley de Dependencia... no creemos que
el camino sea el de restringir gasto, sino más bien el de aumentar
ingresos. Por ello nos parece imprescindible que en este país, que es
uno de los que menos presión fiscal tiene, se revise para que aporten
más quienes mas tienen, se combata el fraude y todo el mundo pague los
impuestos, incluida la Iglesia católica que goza de una exención fiscal
inexplicable, a la vez que no se malgaste el dinero público en
desorbitados sueldos como se ha venido haciendo o en ERES como el caso
de Telefónica que procedió a 6000 despidos (en los que contaba con
dinero público), a la vez que se repartían entre sus directivos
escandalosos beneficios.
Estaría bien que se invirtiera en crear un comité de expertos para
evaluar y hacer un seguimiento de lo que está pasando en el mercado
laboral navarro, realizar un diagnostico y proponer una línea de
actuación e inversión a propósito para generar empleo, así como invertir
desde la administración pública para que en un plan de choque se
potencie y se haga mucho más efectivo el Servicio Público Navarro de
Empleo mediante el incremento de orientadores laborales. En otros países
europeos hay un orientador por cada cien desempleados, cifra muy lejana
a la de aquí.
Y sería importante que las organizaciones sociales y sindicales, y el
15M actuaran unitariamente para frenar los recortes de derechos sociales
y del bienestar porque la calidad de vida y la dignidad de muchas
personas dependen de ello.