El pasado 28 de abril, SOLIDARI se manifestó delante de la Diputación Foral en el día internacional de la Salud Laboral. Este es comunicado conjunto del acto sindical que desarrollamos:
La precariedad perjudica tu salud
Hoy, día internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, esta es una jornada de denuncia, conscientes del valor intrínseco de la salud y de la responsabilidad pública en su protección.
Quienes gestionan el actual modelo que padecemos, tratan de invisibilizar la siniestralidad y la pérdida de salud en el trabajo. Saben que la toma de conciencia sobre esta lacra podría afectar a los pilares sobre los que han edificado su proyecto: la productividad, la competitividad y el desarrollismo.
Las muertes en el trabajo o las enfermedades profesionales tienen poco de accidental o de casual y sí mucho de causal. No se trata, en general, de hechos fortuitos, dado que existen muchos factores de riesgo, que son bien conocidos y, desgraciadamente, también tolerados.
No leemos cifras, sabemos que cada día afrontamos una nueva muerte en el trabajo o que la carretera, la construcción y los sectores más desregulados (sin convenio, subcontratación, ETT, economía sumergida,...), son los más afectados. Con alarmante frecuencia muere gente muy joven y muy común es también que sea inmigrante, lo que habla a las claras de que inmigrantes y jóvenes padecen mayor explotación.
Por ello, tenemos muy claro que es urgente y necesario desarrollar otro modelo socio-económico incompatible con la precariedad: más cercano, menos competitivo, en el que las personas (no las multinacionales) y sus necesidades reales (no inducidas), sean el centro del sistema productivo.
Nos enfrentamos a una patronal que percibe nuestra salud como una mercancía cuando se tiene y como un lastre cuando se pierde; a un sindicalismo mayoritario acomodado, claudicante y rehén del dinero; a un poder político que protege los intereses de esa patronal y de esos sindicatos; a una red de mutuas de salud privadas que persiguen y criminalizan a los y las trabajadoras enfermas; a unos medios de comunicación que abordan, habitualmente, los accidentes laborales como meros sucesos; a una Inspección pasiva y poco decidida. En este contexto, la Ley de Prevención podría ser una herramienta de gran utilidad a la hora de paliar la situación; pero no se cumple, por lo que exigimos, claro está, su cumplimiento. Aunque debemos entender que mientras exista precariedad será imposible atajar los problemas de salud, las muertes en el trabajo. Por todo ello decimos: la lucha por nuestra salud es, ante todo, la lucha contra la precariedad.