MEMORIA 2009 DE OSASUNBIDEA:concertación y temporalidad
La pasada semana se publicó oficialmente la memoria del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea
correspondiente al año 2009. Año tras año, no hacemos sino constatar una misma situación que tiene todo
que ver con una política sanitaria concreta, la de la Consejera Kutz y su partido, UPN, con mayor o menor
complacencia del resto del espectro político.
La memoria de 2009 vuelve a situar la eventualidad entre el personal de Osasunbidea en tasas
inasumibles e inamovibles: el 44%, mientras que el absentismo, tantas veces empleado para justificar la
temporalidad baja del 8,41% en 2008 al 7,73%. En los distintos estamentos la tasa de eventualidad es
estable pero se dan dos excepciones que dicen mucho de las relaciones laborales en Osasunbidea: en el
estamento de Facultativos Especialistas la tasa de eventualidad es del 28,8 %, muy alejada del resto del
personal, mientras que el estamento de Servicios Generales (limpieza, mantenimiento, etc), sufre una tasa
del 64,3 %. Los números revelan clasismo, por una parte y el poco interés en consolidar un estamento ya
muy castigado y privatizado, por otra.
En cuanto a la información económica, el gasto total ha aumentado respecto a 2008 en un 7,5 %,
pero curiosamente el incremento del gasto dirigido a realizar conciertos con el sector privado, ha
crecido un 20%, continuando con una tendencia ascendente. La CUN sigue aumentando su peso en la
concertación, a la vez que consume casi la cuarta parte (el 23 %), de los productos hematológicos puestos
a disposición para uso hospitalario en Navarra, por parte del Banco de Sangre (a partir de donaciones
altruistas). El número de dentistas del sector privado que atienden el Plan de Atención Dental Infantil y
Juvenil se incrementa en 10, pasando a 212, frente a 5 que lo hacen desde la red pública. Desde que se
instauró este programa en el año 1999, el número de entidades privadas no ha parado de crecer, sin
consolidar en absoluto el sector público. Esta es la forma de actuar, primero potenciar y después depender
del sector privado.
Se han aumentado las derivaciones al sector privado (intervenciones quirúrgicas, pruebas
diagnósticas -radiológicas sobre todo-, o primeras visitas), de forma muy notable para supuestamente
paliar las listas de espera. La solución a la que nos orientan es esa doble vía compuesta por la concertación
y las peonadas (horas extras en Osasunbidea), en lugar de fortalecer con esos recursos la red pública.
Curiosamente una de las pocas partidas de los presupuestos que el próximo año 2011 se incrementará, y lo
hace con un 45 %, cuando la gran mayoría se ven recortadas (Atención Primaria, Salud Pública, Salud
Laboral, Personal, ...), es la destinada a pagar horas extras.
Si los datos arrojados son pésimos para el año 2009, podemos esperar un mayor empeoramiento
para el ejercicio 2010, el año de los cierres de servicios, del estancamiento de todos los procesos de
concurso-oposición, de los recortes en la contratación, del espaldarazo al OPUS, etc. En breve,
seguramente asistamos a una maniobra de distracción, acercándose las elecciones en Navarra, y se
anuncien nuevas convocatorias de empleo público, tratando de hacernos ver de nuevo la zanahoria,
ocultándonos previamente los palos que nos están dando.
Ante la perpetuación de la precariedad y de la privatización creciente que ponen en grave riesgo la
calidad de nuestros puestos de trabajo y de la propia protección de la salud a la sociedad, no podemos
permanecer impasibles. Cada persona que trabaja en Osasunbidea tiene ese doble papel de trabajador/a y
usuario/a por lo que tiene doble motivo para defender este patrimonio público, de todos/as. Ante los
ataques políticos y mediáticos al personal del sector público, debemos reaccionar con sensatez y
coherencia, mostrando nuestras ganas de trabajar por un servicio de calidad, demostrando que la gestión
pública es la única que nos puede salvar de la mercantilización de la sanidad.
Así, los sindicatos Solidari y CGT hemos decidido unir nuestros esfuerzos en ese sentido, tratando
de asumir nuestra responsabilidad sindical, a la hora de velar por este tesoro que es nuestra sanidad
pública, universal y de calidad.