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SOLIDARI recurre despidos en BSH por discriminatorios


SOLIDARI recurre despidos en BSH por discriminatorios
¿Limpieza sindical en BSH?

Que en pleno siglo XXI se discrimine por razón de afiliación sindical parece increíble. Sin embargo, todo parece indicar que es lo que ha ocurrido en BSH. Pero antes, hablemos del ERE y del contexto en el que se plantea. BSH es una multinacional líder en el mercado de electrodomésticos: en el año 2010 tuvo una facturación y unos beneficios récord a nivel mundial. Su filial, BSH Electrodomésticos España, aumentó las ventas un  6,1% y obtuvo unos beneficios de 72 millones de euros, frente a 27 millones en 2009.

Un ERE obsceno

En esa situación, plantear un ERE  para extinguir 178 contratos de trabajo es, obsceno. No responde a una necesidad, sino a determinados objetivos de la multinacional: reducir plantilla fija, sustituirla por contrataciones eventuales, reducir salarios, aumentar la flexibilidad y, visto lo visto, ¿llevar a cabo una limpieza sindical? Previamente, para justificar el ERE, la Dirección del grupo adopta dos decisiones: 1) asignar a la fábrica de Esquíroz una producción en torno a 500.000 frigoríficos/año (es la Dirección del grupo, no la demanda, la que asigna las producciones a las distintas plantas), y 2) acometer una completa remodelación de las instalaciones, lo que significa que, mientras se realizan las reformas, 1/3 de la plantilla no puede trabajar (la producción asignada se corresponde con la capacidad de la fábrica mientras dure la remodelación). La cifra de 178 extinciones era un señuelo para conseguir el resto de los objetivos, rebajando al final los despidos a menos de 100, ya que si hubieran superado esa cifra, al ser una empresa con beneficios, habría tenido que pagar un dineral al Tesoro Público por cada persona despedida de 50 o más años.

Todos los sindicatos con presencia en el Comité consideraban que los despidos eran injustificados,  y que a la remodelación de la fábrica se le podía hacer frente con un ERE temporal. No obstante, conscientes del poder de la multinacional y de la permisividad del Gobierno de Navarra, el Comité en su conjunto, ofreció importantes concesiones en las condiciones salariales y laborales a condición de que no hubiera ningún despido. Pero la empresa quería, además, 98 despidos. Solidari, llegó a proponer una reducción de jornada y salario para toda la plantilla, para evitar despidos, pero fue rechazada por la empresa y el resto de sindicatos. El período de consultas finalizó sin acuerdo.

Un acuerdo vergonzoso

Una semana después, UGT, CCOO, ATISS y CIO (candidatura independiente de oficinas) llegaron a  un acuerdo con la Dirección. Un acuerdo vergonzoso, en la forma y en el fondo. Lo hicieron a espaldas del Comité, dejando al margen a Solidari y a LAB. Nada bueno cabía esperar de un acuerdo fraguado así, ya que, quien nada tiene que ocultar no necesita negociar a escondidas.

En cuanto al fondo, el acuerdo no varía sustancialmente de la última propuesta de la empresa, que fue considerada inaceptable y rechazada por la totalidad del Comité una semana antes. A cambio de alguna concesión añadida, se reduce de 98 a 88 el número de extinciones, incluidos 44 despidos forzosos. Además de los despidos, supone un fuerte recorte salarial (2011 sin subida, 0,25% de aumento en los próximos 4 años, cuando el IPC anual ronda el 3%), congelar la antigüedad (no se devengarán nuevos trienios, a partir del próximo), reducir las vacaciones de verano a 2 semanas, trabajar hasta 5 sábados en verano y otras 16 horas adicionales (en jornadas de 9 horas, o 2 sábados más), 60 días de suspensión en 2011 y 2012, y 24 días por año de 2013 a 2015, sin complementos a cargo de la empresa, además de otros recortes en materia de primas , absentismo y bajas.

¿Limpieza sindical?

Un alto porcentaje de personas afiliadas a Solidari ha sido despedida, a diferencia de lo ocurrido con los sindicatos firmantes. Si se comparan las candidaturas a las elecciones sindicales celebradas hace un año, quitando los miembros del Comité y delegados sindicales (que no pueden ser despedidos), las prejubilaciones, que responden a un criterio objetivo como es la edad, las jubilaciones parciales (excluidas con carácter general), las bajas voluntarias y los traslados, tenemos el siguiente resultado: Solidari, de 15 candidatos que podían ser despedidos, han despedido a 9 (60%), con el agravante de que 4 tienen jornada reducida por cuidado de menores. De los candidatos de UGT, CC.OO., ATISS y CIO podían ser despedidos, 18, 26, 17 y 2 respectivamente, ¡y no han despedido a ninguno! ¿Alguien puede creer que esto es fruto de la casualidad? En el caso de Solidari además, de otras 8 personas afiliadas que no figuraban en las candidaturas han despedido a 5 (62,5%), una de ellas con jornada reducida por cuidado de un menor.

Nos consta que unas pocas personas afiliadas a UGT y CC.OO. -que no estaban en las listas electorales- también han sido despedidas (en proporción muy inferior a su afiliación). La mayoría distantes o críticas con sus direcciones, algunas, votantes de Solidari, y en algunos casos, con situaciones personales o familiares verdaderamente dramáticas. Y es que en el ERE de BSH no ha habido compasión.

La enorme desproporción de personas despedidas de Solidari con respecto a los sindicatos firmantes, pone de manifiesto, a nuestro juicio, que ha habido (presuntamente) discriminación sindical a la hora de confeccionar la lista de despidos forzosos, y en algunos casos, discriminación por razón de sexo. Los representantes de UGT, CC.OO, ATISS y CIO, aunque formalmente delegaron en la empresa la confección de la lista de despidos (que forma parte del acuerdo), son  colaboradores necesarios y cuesta creer que nada tuvieron que ver en su confección.

Las personas afiliadas a Solidari y el propio sindicato han pagado un alto precio, por defender honestamente, hasta las últimas consecuencias, que no hubiera un solo despido forzoso, que era preferible una reducción de jornada y salario para toda la plantilla.  Podemos mirar a la cara de las gentes despedidas, sin complejos, aunque con rabia e impotencia por no haber podido evitar los despidos. ¿Podrán los representantes de los sindicatos firmantes del acuerdo mirar a los ojos de la gente despedida sin que se les caiga la cara de vergüenza?

Iruña-Pamplona, 21 de noviembre de 2011.

Sección sindical de SOLIDARI en BSH Esquiroz





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