15-M y su relación con los medios de comunicación.
Los medios de comunicación han estado en el centro de la crítica del movimiento del 15-M desde su inicio. Los sucesos del Parlament de Catalunya han vuelto a poner de manifiesto la problemática relación entre el movimiento de los indignados y el stablishment del periodismo. Uno de los gritos más escuchados en la Puerta del Sol fue aquel de “televisión, manipulación” que se repetía con más fuerza cada vez que una cámara trataba de grabar lo que estaba ocurriendo. Trataré de señalar aquí los elementos que se me antojan más problemáticos de una relación entre los medios de comunicación y los indignados que se ha regido hasta ahora por la desconfianza. Deliberadamente omito algunas de las coberturas informativas que se han hecho sobre el 15-M porque merecerían un capítulo aparte centrado más en la propaganda que en el periodismo. Me refiero a diarios como La Gaceta, emisoras de radio como EsRadio o televisiones como Intereconomía, Libertad Digital o incluso la pública Telemadrid.
Generalizaciones. En ocasiones se ha metido a todos los medios de comunicación en el mismo saco sin matizar las diferencias entre unos y otros. Y eso es tremendamente injusto, máxime cuando una de las críticas que se les hace es su tendencia hacia la generalización. Mientras que es cierto que algunos de ellos han puesto su empeño en caricaturizar o restar legitimidad al movimiento del 15-M otros muchos han mostrado una imagen bastante fidedigna de lo que han sido las movilizaciones y las acampadas. Se ha hecho tabula rasa y se ha acusado de manipulación tanto a medios manifiestamente beligerantes con el movimiento de los indignados como a otros que han mostrado simpatía hacia él. Este último es el caso de televisiones como La Sexta o diarios como Público.
Confusión entre opinión e información. Las voces más críticas contra el movimiento del 15-M han aparecido en el contexto de debates o de columnas de opinión. Por más que muchas veces despierten las iras de un sector de lo indignados no es censurable que los medios de comunicación hayan dado espacio a estas posturas, especialmente cuando en la mayoría de los casos también han aparecido opiniones más cercanas a las posiciones del 15-M. Solo se puede hablar de manipulación en un contexto informativo y no en el de un debate o una tertulia, por poco que nos gusten las posiciones que se viertan en ella. Otra cosa distinta es cuando los medios transgreden deliberadamente y con mala fe los límites entre información y opinión.
La cuestión de la violencia. Los medios de comunicación han mostrado las imágenes de agresiones a diputados catalanes a la entrada del Parlament, un hecho hasta ahora desconocido en nuestra democracia. Pretender que los medios sitúen en un segundo plano unos sucesos tan graves supone exigirles aquello mismo que les criticamos: que maquillen la realidad y que tergiversen la información. Y resulta especialmente absurdo cuando algunos periodistas han sido también objeto de agresiones. La aparición de elementos violentos en un movimiento social que tiene como seña de identidad la no violencia es un hecho noticiable de un interés informativo innegable. Precisamente por ello es necesario poner todo nuestro empeño en aislar a los violentos de las movilizaciones. Los medios de comunicación han señalado que el movimiento del 15-M es estrictamente pacífico y se han hecho eco de los comunicados de Acampada Sol y Acampada Bcn en los que se desmarcaban de la violencia. No obstante quizás fuese necesario que hicieran más hincapié en ello y deberemos estar vigilantes para que así sea.
El tratamiento de la actuación policial. Hay quien piensa que los medios de comunicación han legitimado en algún caso la violencia de la policía contra manifestantes pacíficos. Pero por lo general la realidad es bien distinta y gracias a ellos hemos podido conocer los excesos de las fuerzas de seguridad del Estado. Basta recordar que una cadena tan poco sospechosa de simpatía hacia el 15-M como Antena 3 emitió en directo las cargas de los mossos d’esquadra contra los acampados en Plaça Catalunya y puso su empeño en denunciar la brutalidad policial. Algunas otras cadenas generalistas han emitido los videos grabados por los indignados en el Parlament en los que se puede ver a policías infiltrados participando en las protestas. Lo cierto es que quien verdaderamente legitima la actuación de la policía es quien utiliza una movilización pacífica para ejercer violencia contra personas y cosas convirtiendo a todos los manifestantes en blanco potencial de la brutalidad policial.
Medios tradicionales vs Medios alternativos. La existencia de medios de comunicación alternativos es un buen instrumento para un movimiento social amplio como el del 15-M. Su papel es el de transmitir la información de manera más independiente que los medios de comunicación tradicionales, lastrados por unos formatos rígidos y por los clientelismos de sus grupos de comunicación. Pero resulta un tanto ingenuo pensar que los primeros puedan sustituir a los segundos a medio plazo. Los medios tradicionales han sido en parte responsables de la relevancia pública que ha adquirido el movimiento del 15-M y no reconocer su importancia puede llevarnos a despreciar la impresión que reciben los ciudadanos de un fenómeno como este.
Medios tradicionales vs Internet. Las redes sociales como Facebook o Twitter han sido elementos movilizadores importantísimos. Se demostró en Túnez, en Egipto y ahora en España. Pero en ocasiones se ha sobredimensionado su papel. Una de las características fundamentales del movimiento del 15-M ha sido su voluntad de apropiarse del espacio público. Internet, al igual que los medios de comunicación tradicionales, ha servido de altavoz pero en ningún caso se puede reducir este fenómeno a una virtualidad que ha sido solamente una herramienta, poderosísima si se quiere, para la indignación.
Manipulaciones “alternativas”. Resulta curioso que muchas veces quien más critica la manipulación de los medios de comunicación es precisamente quien más empeño pone en maquillar la realidad, hacerla más hermosa o más terrible, ocultar hechos y mezclar opinión e información. Internet es además un caldo de cultivo perfecto para ello. Basta recordar como en los días posteriores al desalojo de Plaça Catalunya circuló por la red la información de que uno de los heridos en las cargas policiales había fallecido. Y algún medio de comunicación alternativo se hizo eco de la noticia sin ni siquiera contrastarla. Lo que vale para los demás debe servir también para nosotros mismos.
La cuestión de los representantes. Durante la acampada de Sol las intervenciones de sus portavoces en los medios de comunicación se han visto relegadas a transmitir estrictamente las decisiones de la asamblea, lo cual les ha restado en inmediatez y operatividad y les ha impedido una participación más activa en debates y tertulias donde la voz del 15-M era necesaria. Por el contrario la plataforma Democracia Real Ya ha entendido a la perfección la importancia de una presencia activa en los medios de comunicación y sus representantes han estado presentes en ellos explicando sus posturas y rebatiendo las posiciones de algunos tertulianos.
La necesidad de colaboración. Uno de los éxitos del movimiento del 15-M ha sido su capacidad para conectar con la sociedad y la simpatía que se ha ganado entre los ciudadanos. Transformar en colaboración la desconfianza que rige la relación entre medios de comunicación e indignados es fundamental para que este fenómeno social mantenga el eco mediático que hasta ahora ha tenido y siga presente en las casas y en las mentes de los españoles.
Xabel Vegas. http://xabelvegas.wordpress.com/