En las últimas dos décadas, España se ha convertido en una sociedad de inmigración. En el segundo semestre de 2010, ya en plena crisis, los trabajadores y trabajadoras extranjeros representaban el 13,8% del total de la población ocupada. No se tratan solo de trabajadores también familias y chicos y chicas, hijos e hijas de inmigrantes para los que esta es su sociedad. En el curso 2009-2010, el alumnado extranjero en enseñanzas no universitarias ascendió a 762.420 escolares y estudiantes, el 10% del total. Se podrían señalar otras cifras que ilustran esta gran transformación, en ruptura con la tendencia secular a emigrar, pero también imágenes como el nuevo multiculturalismo de plazas y jardines. En 2009, un 51% de los españoles declaraba tener relación de vecindad con extranjeros (Cea y Valles, 2011: 328).
La inserción de los inmigrantes no es una problemática, relevante pero específica, de un grupo o sector social. Además de ello, constituye un fenómeno social total que afecta a todas las dimensiones de la vida y a la sociedad española en su conjunto, tanto por el número de inmigrantes residentes como por tratarse de una migración con un creciente perfil familiar, permanente. La crisis no ha modificado ese carácter, aunque desestabiliza y hace más difícil el proceso de inserción de los novísimos españoles.
De forma similar a la “cuestión social” de finales del siglo XIX, la inserción de los inmigrantes plantea las condiciones de cohesión, inclusión social y ciudadanía, de los nuevos metecos. Como sus antecesores, las “clases peligrosas” decimonónicas, los inmigrantes son imprescindibles y, al mismo tiempo, un problema a gestionar, situados dentro y fuera del cuerpo social. Sin embargo, como antaño, los “problemas de la integración” nos remiten a los problemas, cambios y retos mal resueltos, que lastran y cuestionan el vínculo social de la sociedad de recepción: las crecientes tendencias a la desigualdad y precariedad de una parte importante de las clases populares, las dificultades para un acomodo satisfactorio del actual pluralismo cultural y los obstáculos para la construcción de un “nosotros”, social e identitario, que acoja y en el que se reconozcan todos sus miembros. En este sentido, la inserción de los inmigrantes y su gestión constituyen una faceta más de la construcción, reproducción y cambio, de las sociedades occidentales de inmigración. También en nuestro caso.
Inserción hace referencia al lugar social que ocupan los inmigrantes en la sociedad española y a las dinámicas que conforman dicho lugar. La inserción es el proceso de inclusión de los inmigrantes en nuestra sociedad como trabajadores, consumidores, vecinos y usuarios de los servicios y espacios públicos. El objetivo de este volumen es presentar un diagnóstico de ese proceso a finales de la primera década del siglo XXI. Más que un cuadro exhaustivo se pretende captar las características más relevantes del proceso de inserción de los inmigrantes, los aspectos más significativos de su situación y las dinámicas y tendencias sociales que se generan, más incluyentes y positivas en unos casos, más excluyentes y negativas en otros. Dicho de otra forma, destacar las luces y las sombras del proceso para avanzar en un sentido de integración.
La inserción de los inmigrantes en España y nuestro modelo de gestión se ha conformando a lo largo de veinte años, con unos determinados rasgos, relaciones e imágenes sociales. A pesar de los cambios ocurridos, la inserción actual es deudora de ese pasado reciente y difícilmente se explica sin él. Nos interesa, por ello, el punto de vista de la sociogénesis, como se han ido gestando las condiciones sociales, las percepciones y las dinámicas que están en la base de la situación actual.
Nuestro análisis se centra, como se ha dicho, en la inserción de los inmigrantes en España. Sin embargo, varios de los aspectos y características del proceso no se pueden circunscribir a las fronteras estatales y tienen una dimensión transnacional, sea origen-destino o de otro tipo. Se han considerado estos aspectos en el curso del relato, en la que medida que su incidencia ha sido o es más relevante. Igualmente, el análisis que se realiza comenta y presenta la experiencia de otras sociedades occidentales de inmigración. Una visión más amplia y, en particular, una mirada comparativa nos permiten captar los aspectos comunes y las especificidades de los fenómenos que nos interesan, conocer más en profundidad nuestra propia realidad y nos aportan bases para formular algunas proposiciones de tipo más general.
El volumen se estructura en cinco capítulos. El primero, La inserción de los inmigrantes. Proceso social y modelos de gestión, presenta de forma sucinta las nociones clave y el marco teórico del análisis que se realiza. Se aborda la inserción de los inmigrantes como un proceso social, complejo y multidimensional, se comentan los principales conceptos relacionados como la integración, la experiencia sociohistórica de gestión de la inmigración en el ámbito francés y anglosajón y se presenta un cuadro de “problemas de la integración” común a las diferentes sociedades occidentales. El segundo capítulo, España como sociedad de inmigración, analiza el modelo de inmigración español y su evolución, las características de los novísimos españoles y las luces y las sombras de su proceso de inserción particularmente en la primera década del siglo XX. Sobre esta base, el tercer capítulo Los nuevos trabajadores y trabajadoras y su inserción laboral, aborda la inmigración laboral y el mercado de trabajo, la estructura laboral etnofragmentada que se ha conformado y sus consecuencias, así como la crisis y sus impactos. El cuarto capítulo, La inserción urbana de los inmigrantes, presenta la tradición de estudios de inserción urbana, los dos modelos de inserción residencial que se han dado en España, las condiciones de la vivienda inmigrante y la convivencia con espacial atención a los espacios públicos. Finalmente, con el título Las políticas de inmigración, el quinto capítulo aborda y analiza la conformación y evolución de las políticas de extranjería y las políticas de integración. En los diferentes capítulos, se dedica especial atención a los impactos de la crisis que desestabilizan el proceso de inserción de los novísimos españoles.
Fragmentos de la introducción del libro La inserción de los inmigrantes.
Luces y sombras de un proceso (Talasa Ediciones, Madrid, 2011).